Del 3 al 5 de marzo, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través de su Centro de Formación en La Antigua Guatemala, organizaron el taller "Creación de una Comunidad de Práctica en materia de energía, medioambiente y cambio climático", un espacio clave para fortalecer la cooperación regional en la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
El cambio climático es uno de los mayores desafíos globales de nuestro tiempo. Según el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030 aún deben reducirse un 28% en el caso de la vía de los 2 °C del Acuerdo de París y un 42% en el caso de la vía de los 1,5 °C, un objetivo que requiere acciones urgentes y coordinadas. En este escenario, América Latina y el Caribe, una región altamente vulnerable a los efectos del clima, enfrenta retos críticos en la implementación de políticas energéticas sostenibles y la movilización de recursos para la transición energética.
El taller, enmarcado en la Programación Intercoonecta 2024-2025 denominada "Programa de capacitación y fortalecimiento de redes para la transición energética, la ciencia abierta y la innovación", reunió a 23 representantes de ministerios, universidades, centros de investigación y agencias de cooperación de 12 países, incluyendo Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Panamá y Uruguay. Su objetivo fue sentar las bases de una Comunidad de Práctica (CoP) que promueva la cooperación, la transferencia de conocimientos, la formulación de políticas y la financiación en materia de energía y medioambiente.
Este evento fue el resultado de un proceso iniciado en 2023, cuando el CIEMAT impulsó un espacio de colaboración entre instituciones latinoamericanas y españolas para fortalecer redes en torno a la producción y almacenamiento de energías sostenibles, la eficiencia energética y la ciencia abierta. En febrero de 2023, una reunión estratégica identificó dos retos principales: el fortalecimiento de redes y alianzas estratégicas, y la transferencia efectiva de conocimientos en eficiencia energética y acción climática. Posteriormente, en octubre de 2024, un webinario confirmó el interés de trabajar coordinadamente en el marco de una CoP, priorizando ejes como la cooperación, las políticas públicas y la financiación.
Las jornadas se desarrollaron bajo la metodología de "design sprint", que permitió a los participantes identificar prototipos y actividades futuras en cuatro ejes temáticos: cooperación, transferencia de conocimientos, políticas y regulaciones, con un enfoque transversal en financiación. Durante los tres días, se realizaron presentaciones, discusiones grupales y sesiones de trabajo que culminaron con la priorización de prototipos y la definición de una hoja de ruta para la CoP.
Durante la apertura de la actividad, Jesús Molina, director del Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala (CFCE Antigua), destacó que "el apoyo a estas iniciativas resulta fundamental para avanzar hacia modelos energéticos más eficientes y sostenibles en la región". Por su parte, Lara de Diego, representante del CIEMAT, enfatizó que "la transición hacia modelos energéticos sostenibles supone un gran reto en donde la formación juega un papel importante para contar con instituciones sólidas que trabajen en políticas públicas enfocadas a la transición energética y cuidado del medio ambiente".

La creación de esta Comunidad de Práctica (CoP) contribuye directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular al ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) y al ODS 13 (Acción por el clima). Este taller no solo sienta las bases para una colaboración regional efectiva, sino que también impulsa la movilización de recursos, el intercambio de conocimientos y la implementación de políticas innovadoras que permitan acelerar la transición energética y enfrentar los desafíos climáticos. Además, fortalece las capacidades institucionales y promueve alianzas estratégicas entre actores clave.